Historia


El practicaje se trata de una profesión antigua con innumerables registros a lo largo de su historia.
La reglamentación del trabajo de los prácticos desde orígenes remotos arroja luz sobre la trama de intereses que rodeo el ingreso o la partida de un buque de un puerto cualquiera.
La etimología del nombre deriva de la voz holandesa piloot, que significa sonda, y anuncia la tarea del hombre encargado de conocer, merced a la experiencia de sus sondeos, la profundidad del lecho por donde habrá de conducir la nave. Durante muchos años las asociaciones de prácticos se han llamado, de “Practicos Lemanes", voz derivada de leme, que significa timón en portugués. Sonda y timón son los iconos de actividad del piloto.
Decía el escritor Joseph Conrad que el “práctico es la confiabilidad personificada “ y debe serlo frente al Capitán, que le cede el control de la nave durante las maniobras, frente al armador y la agencia marítima, pero también frente a los intereses del puerto y del país donde trabaja, ya que un accidente obstruiría el ingreso y la salida de otros buques con impredecible perjurio para el tráfico marítimo. Se diría que se halla en la delicada posición de mediar entre los intereses privados y públicos y transita por la delicada línea que separa lo imposible de lo posible.
Por estas razones es que el trabajo de los prácticos figura en los registros de comercio más antiguos y es obligatorio para los buques de gran calado. Las asociaciones de prácticos trabajan con un sistema de turnos rotativos que garantizan la permanente actualización de sus integrantes respecto de los cambios producidos en el entorno geográfico. La naturaleza se mueve más de lo imaginado y este modelo se impuso como la solución más sensata.
Pero nunca fue la sensatez el valor humano más preciado, y mucho menos el más ejercido. Gran cantidad de buques se pierden en accidentes producidos por ambición, temeridad o descuido asumidos bajo el piadoso manto de “el factor humano".
Nuestro País debe su existencia al Puerto de Montevideo y las vías navegables asociadas, el Río de la Plata fue y es muy importante en el escenario mundial marítimo, nunca fue fácil para las autoridades lidiar con los intereses privados ni para los marinos ingresar a uno de los estuarios del mundo más difíciles de navegar.
En la República Oriental del Uruguay la ley Nro 16595 del 13 de Octubre de 1994 cuyo único artículo establece: “Declarase que el practicaje, de conformidad con el artículo 1097 del Código de Comercio, es un servicio obligatorio, no comercial y de interés nacional, que debe ser prestado por profesionales con título habilitante, inscriptos en el registro llevado a esos fines por la Prefectura Nacional Naval, en un todo de acuerdo con la reglamentación del Poder Ejecutivo y mediante un sistema que asegure la distribución equitativa del trabajo sin menoscabo de la seguridad de la navegación".
De hecho, este régimen se consolidó en el país a partir del primer Reglamento General de Prácticos aprobado el 21 de Agosto de 1913 por decreto del Presidente Jose Batlle y Ordoñez.
Parágrafos extraídos de “Las puertas de la tierra. Historia de los prácticos del Puerto de Montevideo y del Río de la Plata" de Carlos M. Domínguez.